sábado, 14 de febrero de 2009

EL RETRATO DE DORIAN GRAY

EN BUSCA DE LA ETERNA JUVENTUD
CUANDO NO EXISTÍA EL BOTOX


Un libro repleto de frases brillantes y polémicas, con personajes antipáticos, pedantes y vanidosos. Una novela de Oscar Wilde, donde se confunde autor con personaje y que no deja al lector indiferente.


La lectura de El Retrato de Dorian Gray está condicionada por el conocimiento que se tenga de la vida de su autor, Oscar Wilde. Toda obra está impregnada del alma del autor, pero en esta novela parece que el autor habla por boca de sus personajes y narra su vida con ellos.
Con estos condicionantes, muchos lectores no disfrutaron del libro al observar un discurso misógino en boca del personaje Harry, adjudicándoselo al autor. Otros no soportaron la petulancia de los personajes. Pero la mayoría disfrutamos de una novela con giros interesantes y esas frases, aunque polémicas y ofensivas, parecen ser ciertas.
La novela se desarrolla en la Inglaterra victoriana. El tema de la belleza y el deseo de la eterna juventud se mezcla con la moral, la conciencia y la nunca nombrada homosexualidad.
Llamativamente, lo más criticado por algunos de los miembros del club fue lo que otros elogiaron. Es un libro polémico pero que marca. Si lo lees, algo de él siempre quedará grabado en tu memoria, aunque pasen los años.

“Para recuperar nuestra juventud basta con repetir nuestros desatinos”
“Del dinero sólo se preocupan los que pagan sus facturas”
“Lo único de lo que uno no se arrepiente es de sus errores”
“Siempre es una palabra horrible. Las mujeres estropean todos los romances intentando que duren eternamente”
“Las mujeres tratan a los hombres como la humanidad a los dioses: nos adoran y siempre nos están dando la lata para que les hagamos un favor” “A la gente le gusta regalar lo que más falta les hace a ellos mismos” “Las mujeres nunca tienen nada que decir, pero lo dicen maravillosamente”

Oscar Wilde nació en Dublín, Irlanda, en el seno de una familia protestante.
Comenzó a llevar el pelo largo y a desdeñar abiertamente los deportes llamados «masculinos».
En 1895 fue acusado de sodomía. Se le declaró culpable y fue condenado a dos años de trabajos forzados.



Vivimos en un mundo de apariencias
Donde el físico es lo único que importa
Despreciamos los que la bondad exaltan
Somos falsos, hipócritas, ególatras.

Acepta a las personas como son
Y no por lo que aparentan
Tendrás menos desengaños
Y con el paso de los años
Será tu vida más plena.

Inma

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